Hu. Ha. Hu.  Gritos arcaicos y el tabalear duro de los bongos. Así nos imaginábamos los caníbales saliendo de la selva en la playa desierta. Los hombres con una masculinidad insuperable. Agresivo, duro, con determinación, temible. Así matan los puercos salvajes. Las mujeres el contrario absoluto. Mueven sus caderas con una sensualidad que deja cualquier hombre hecho un flan. Falditas con hojas de palmeras y flores en el pelo. La seducción pura. No sorprende que hace siglos los marineros de Cook y Magallanes – después de semanas en el mar – desertaron en masas. Y aun hoy en día alguno de los navegantes se queda para siempre en sus brazos.

Esta semana celebran los bailes polinésicos en cualquier lugar. La razón es que son las fiestas del 14 de julio, el día nacional de Francia. Pero no tiene mucho que ver con Francia. Salen de lo mas profundo e intacto del alma marquesiana. Hu. Ha. Hu.