[:es]Fuera las olas de cinco metros golpean con toda la fuerza sobre el arrecife. Pero estamos dentro. En Mopelia. Un atolón redondo, unas 5 millas de diámetro. Por una mitad definido por un “motu” con palmeras, por la otra solamente por un arrecife de corales a nivel del mar. Si ya nuestra ultima parada – Maupiti – parecía el final del mundo, qu s Mopelia? Increíble pero real, el atolón esta habitado. Hio, Marcello, Atonio hijo y padre,… unos pocos familias polinesias viven aquí trabajando en la copra (el blanco de los cocos) y comiendo el pescado abundante que ofrece el mar.

Pocas veces al año llega un barco de abastimiento, llevando algunas cosas imprescindibles y llevándose la copra hecha. Demasiado escasas veces – se queja Ariane – la hija de Marcello que vive en Maupiti. Pues, sin dudar mucho convertimos el TUVALU en un pequeño carguero y navegamos las cien millas hacia Mopelia con cinco grandes cajas de comida y cosas de hogar, una botella de gas butano grande y un ramo de palos de bambú atado al guardamancebo. El pase de entrada es tremendo, parece que hay solamente pocos centímetros entre ambos lados de nuestro casco y los arrecife afilados. Al mismo tiempo las corrientes empujan con fuerza hacia fuera. Hay que tener cojones, comenta Imma lacónica.

Una vez dentro – ufff! – descargamos la mercancía a la familia de Marcello y ellos de su parte no suministran langostas y pescado riquísimo. Que decir de la amabilidad de esta gente! Sorprendentemente observamos que hay algunos otros veleros transmundistas. No somos los únicos que buscamos soledad y refugio en la inmensidad de este océano. Ya que de pronto el viento sube a fuerza temporal y hace silbar nuestra jarcia con 45 nudos. Pero estamos fondeados sin mucha ola dentro de la laguna mientras fuera el mar hierbe.

 

P.D. Aquí nuestra comunicación con el mundo se reduce a la radio de onda corta. Parece no obstante un milagro que aun as gracias a nuestro modem “Pactor” podemos colgar texto a nuestro blog, aunque por desgracia ninguna foto de este lugar tan extraordinario. Pero podéis buscar el lugar en Google Earth: Maupihaa o Mopelia, 16 49,08W 153 56,43S. Hacer zoom al máximo, quizás podéis vernos!

>>> Pero ahora, unos semanas mas tarde, podemos incluir los imágenes!

[:de]Draussen donnern die fünf Meter hohen Brecher mit aller Gewalt aufs Riff. Doch wir sind drinnen. In Mopelia. Ein Atoll, etwa 5 Meilen rund. Die eine Hälfte von einem schmalen, palmenbestückten “Motu” begrenzt, die andere nur durch ein an der Wasseroberfläche liegendes tosendes Riff. War schon unsere letzte Station – Maupiti – am Ende der Welt, was ist dann erst Mopelia? Und doch, selbst hier leben noch ein paar Polynesier. Hio, Marcello, Antonio JR und Senior,.. wenige Familien welche hier “Copra” schlagen (das Weisse der Kokosnüsse) und ansonsten vom fischreichen Meer leben.

Nur alle paar Monate kommt ein kleines Versorgungsschiff vorbei, bringt das Nötigste und lädt die zubereitete Copra. Viel zu selten, klagt Ariane, die in Maupiti lebende Tochter von Marcello. Also verwandelt sich unsere TUVALU in einen kleinen Frachter und wir segeln die 100 Meilen mit fünf Kisten, einer grossen Gasflasche und einem Bündel langer Bambusstangen an die Reling geschnürt nach Mopelia. Der Pass hat’s in sich, gefühlte Zentimeter beidseitig vom Rumpf liegt das messerscharfe Riff. Derweil die Strömung mit Wucht entgegen drängt. “Hay que tener cojones” (=nichts für Weicheier), meint Imma lakonisch.

Ein mal drinnen – ufff! – löschen wir die Last und werden von Marcellos Familie üppig mit Langosten und Fisch versorgt. Wieder diese unglaubliche Gastfreundschaft! Zu aller Überraschung liegen hier auch noch ein paar andere Weltumsegler vor Anker. Wir sind nicht die einzigen, die hier in der Abgeschiedenheit des unendlichen Pazifiks Einsamkeit und Schutz gesucht haben. Denn schon bald dreht der Wind auf Sturmstärke, pfeift mit 45 Knoten in der Reeling. Doch wir liegen im ruhigen Wasser hinter dem Motu, während draussen die See kocht.

Ps. Unsere Kommunikation zur Welt läuft hier nur noch über Kurzwelle. Dass wir Dank unserem “Pactor” – Modem darüber sogar Texte – aber leider keine Fotos diese unglaublichen Ortes – auf unseren Blog laden können, ist ja schon ein Wunder! Doch Ihr könnt das Atoll in Google Earth suchen: Maupihaa 16 49,08W 153 56,43S. Ganz nahe ranzoomen, dann seht ihr uns vielleicht sogar! 

 

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