Es un fondeo muy solitario en la Bahía Espíritu Santo. Si no tuviéramos la radio de onda corta solamente nos quedaría el contacto con el cielo.

Si, hay navegantes verdaderos que no se preocupan mucho. La meteorología será como será y lo mas bonito de navegar a vela es estar desconectado del mundo terrestre. El buen oficio y el espíritu santo evitan problemas mayores. Menos tecnología a bordo, menos cosas que se pueden romper. “Less is more”. Además, la familia y los amigos no tienen que saber siempre donde estás. O bien, en vez de hacer blogs como este los puedes informar como el gran maestro Bernhard Moitessier hace unas décadas. De vez en cuando con una tirachinas tiraba su posición a cargueros que pasaron cerca.

Pero a nosotros si que nos parece bien la tecnología. ¿Porque no utilizarla si ya existe? Ordenadores, iPads, cartas electrónicas en tres sistemas diferentes, cinco (!) GPS, AIS, Radar, radio VHF, radio onda corta, Pactor, Sailmail, Wetterwelt GRIB datos para la meteorología, Iridium, antena WIFI, paneles solares, generador de viento, alternadores, etc. … un yate del siglo 21 es una máquina muy tecnológica.

Pero por eso no hay que rechazar la sabiduría de toda la vida. En el atlántico hemos utilizado también un poquito el sextante. Navegación a ojo (según los colores del mar) sigue ser mil veces mas fiable que cualquier GPS si tienes un pase entre arrecifes a algún atol. Ya que a veces las señales de la naturaleza son mas que evidentes. Hoy no han sido problemas con los funcionarios de inmigración o bien la interpretación del parte meteorológico que nos han hecho tomar la decisión de subir la ancla en la Bahía Espíritu Santo. No, sino un mensaje de cielo. Esa gaviota marrón, asquerosa.

Caga el pájaro por cuarta vez en la cubierta limpia y fregada:

Es hora de zarpar marinero, que cagada.