probar

2018-03-19T07:01:49+00:00 31 agosto, 2011|2011, Baleares, España, Mar mediterráneo|

Con una brisa ligera andamos despacio hacia la noche, repostado a tope y silenciosamente. El mediodía siguiente, con los vientos ya en contra desde el este, pasamos Cap Formentor. Ni siquiera hace falta utilizar la ancla, vagos nos atamos a una boya en la Cala Formentor. Todavía estamos como en una nube. ¿Realmente estamos en camino?

Dos días mas tarde cruzamos los 45 millas a Menorca y fondeamos en la Cala Macarella, para nosotros todavía la cala más hermosas del mediterráneo. Para no hablar del legendario asado de cordero con patatas fritas que hacen en el chiringuito de la playa. En nuestros diferentes viajes en el mediterráneo en el pasado, Menorca se ha convertido casi en nuestra casa. Parada obligatoria en los viajes anteriores a Córcega, Cerdeña, Sicilia, Túnez, Grecia. O también simplemente largas semanas de vacaciones en Menorca.

Así tenia mucha lógica empezar la primera escala de nuestro viaje grande por aquí. Cortar el cordón umbilical y probar. Tal vez mejor en unas aguas muy conocidas. Por supuesto, probamos muchos de los cambios técnicos y nuevas adquisiciones ya en Barcelona. Sin embargo, no podíamos probarlos bajo las condiciones verdaderas. Sobre todo las grandes novedades tenían que pasar por la prueba de estrés: la desalinizadora, el piloto de viento mecánico (“Windpilot”), el BLU con Pactor (un módem de onda corta para enviar y recibir emails y datos GRIB en alta mar), el suministro de energía autosuficiente con paneles solares y eólico.

Las condiciones para las pruebas son ideales: el clima es miserable. ¿Julio en el mediterráneo? Más parecido a Hamburgo en noviembre. Peculiarmente, mucha lluvia, un día sopla del norte, el otro del sur. Así que, a menudo fondeamos en Mahón que con permiso de Valeta (Malta) es probablemente el puerto natural más imponente del mediterráneo. Hay un refrán que dice: “Hay buen tiempo, hay mal tiempo y hay Mahón”. La tercera es con diferencia la que nos toca mas en estos días. ¿Hubiéramos tenido que instalar una calefacción?

Sin embargo, el mal tiempo está compensado a través de muchos buenos amigos, que con sus yates están por aquí. Beat y María con su LADY NADA, Elena y Manel con OYESBIEN, Marta , Guillermo i Mar con el MINDANGO, León y Brigitte con la FIERA, y también el BICHO (un Dufour 40 como el nuestro) de Edu y su familia. Parece que la mitad de los barcos del puerto de Garraf están en Menorca. Y por supuesto la Kika, nuestra amiga de toda la vida de Ciutadella, que siempre disfrutamos de su compañía i de su ayuda tengamos el problema que tengamos.

También recibimos la visita de nuestro sobrina Lucia. Una niña de nueve años y ¡ya una pirata total! Disfrutamos mucho la semana con ella, nos recuerda cuando Alba era chiquitita y navegábamos con nuestro barco anterior, el COMIC, un Dione 98 de 10 metros de color amarillo. Damos la vuelta a la isla en conserva con los MINDANGOS, así que nuestro Lucia con la Mar de los MINDANGOS tiene una amiga. ¿Pusimos una idea en la cabeza de la Lucia, viajará ella algún día sobre su propia quilla a Polinesia (mirese http://www.jessicawatson.com.au)?

Estos días también nos permiten organizar algo el caos a bordo y guardar las mil cosas que llevamos en sitios algo mas lógicos y probar todas las novedades técnicas. El piloto de viento necesita mucha atención y retoques para que al final gobierne muy suavemente y preciso. La desalinizadora tiene dos juntas malas, lo cambiamos sin problemas. Todo el resto parece funcionar de maravilla. Las baterías están llenas casi siempre, independiente de lo que gastamos. Los mails a través de onda corta funcionan y bajamos también los partes meteorológicos. Y por supuesto probamos mil cosas pequeñas. Anulamos por consiguiente la inicialmente planeada vuelta a Barcelona para hacer adaptaciones técnicas y mejoras.

 

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