EL PACIFICO – UN MAR TAN EXTENSO, QUE ES CASI INCONCEBIBLE PARA EL ESPIRITU HUMANO.

La tripulación está trabajando duro en un mar grueso. enrollando la génova, enrollando el foque. Sudando dando vueltas al winche. En la proa bajo la espuma del mar agarrando el tangón que se ha soltado. Con los pies clavados detrás de la rueda latigan las rachas del temporal en la cara. Que pesadilla.

Pero por suerte me despierto descansado en mi camarote. Bostezando me estiro la espalda escuchando el sonido suave del barco en el agua. Como desde hace días TUVALU está deslizándose tranquilamente hacia el oeste. El sol, a través de la ventana, me acaricia la cara. Una mirada rápida al exterior me confirma: las cosas están como siempre. 15 a 20 nudos de viento de sureste, la ola de dos metros. Me quedo un ratito mas en la cama.

Hoy una vez mas nos proponemos firmemente sacar el segundo rizo de la vela mayor. Esto nos daría medio nudo mas de velocidad. Ya lo queríamos hacer ayer – y anteayer. Imma saca su cabeza y me pregunta: «¿Cuánto falta? «Unas 900 millas» respondo sin mirara al GPS. Llegaremos mas o menos en una semana. No importa.

Desde hace dos semanas estamos atravesando el océano pacífico. La misma configuración del velero, del timón de viento, la misma previsión meteorológica (¿porque demonio aun bajamos los datos meteorológicos?). La misma larga ola del pacífico. Durante días no está pasando NADA. Lo mas bonito de las travesías oceánicas es exactamente esta sensación. Que inevitablemente invita a hacer aun menos.

No obstante se están moviendo muchas cosas. Nuestras mentes se están despidiendo de cuatro años de navegación en los países de cultura hispana del mar caribeño. Desde el momento que se cerraban las últimas compuertas del canal de Panamá nos deslizamos lentamente a un mundo nuevo. Pueblos polinésicos, colonias francesas, atoles asombrosos. Navegar a vela, ese arte de viajar tan anacrónico y lento, nos permite quedarnos en el ni aquí ni allí. En el ni ayer ni mañana. Lo único que cuenta es el AHORA. Nuestras almas lo agradecen.