Los viajes más lejanos

2021-01-03T09:53:26+00:00 31 diciembre, 2020|# in the middle of nowhere, 2021|

Sólo unos pocos aún están en camino. Por necesidad. Suben al bote por la noche, con pies y almas congeladas. A la deriva en la inmensidad del mar. A menudo se ahogan, o son rechazados antes de llegar a la orilla. De donde vienen, las cosas todavía son mucho peores. Con creces, son los más desafortunados de todos.

Algunos han logrado seguir navegando. Ahí donde les han atrapado no podían quedarse. Seychelles, Sudáfrica, Mar Rojo. Aislados, en cuarentena, expulsados – aunque hayan estado solos en su yate durante semanas. El forastero ya no es bienvenido, podría traer sufrimiento y enfermedades. Y luego se contagian de repente con el virus, cuando desembarcan.

Otros han circunnavegado el globo como podían. Navegaron aun miles de millas. De forma intermitente; parados abruptamente, luego continuaron el viaje de nuevo. Ahora de vuelta en puerto seguro. ¡Qué palabra! La gran sensación de libertad se ha fumado. Encerrado en la casa, la comarca, el país. Soñando con el mar, y si deberían haberse quedado.

Muchos están atrapados en aquellos lugares que la gente de la tierra llama «hogar». Pero su verdadera residencia está al otro lado del mundo. En el varadero o a flote en una marina. Atrapados cuando se iban de excursión a tierra. O después de meses repartido a ese país ya algo extraño que lleva el nombre de su pasaporte. Dudan con la idea de vender el yate, de ponerlo encima de un carguero, de olvidarse de la historia. Pero no es tan fácil.

Huyen al mundo digital. Como navegar alrededor del mundo en la regata virtual de los Vendée Globes. No como los verdaderos regateros solitarios en sus IMOCA de 60 pies, equipados con foils, que luchan ahora mismo en el mar del sur. Pero aún. En la cabeza hueles nuevamente la agua salada, te levantas por la noche para corregir el rumbo. Casi como si fuera real.

Como sabéis: Viajamos por viajar. No como los más desafortunados de todos. No hay que llegar a ninguna parte. Solo queremos aprender de las culturas ajenas en lugares remotos. En algún momento, supongo, seguiremos adelante. Con la vacunación y cuando el verano lluvioso del monzón en Malasia se ha ya acabado. Eso es lo que ya hace tiempo aprendimos de Joseph Conrad: Los viajes más lejanos se hacen con la cabeza.

 

N.B. ¡Feliz año nuevo!

2 Comentarios

  1. Cecilia 01 de enero de 2021 en 11:44 11Fri, 01 Jan 2021 11:44:48 +000048. - Responder

    .Ya falta menos.

  2. Thor 04 de enero de 2021 en 14:52 02Mon, 04 Jan 2021 14:52:11 +000011. - Responder

    Bravo Tuvalu. Feliz año nuevo.
    Espero que podáis reemprender vuestro viaje cuanto antes.
    Un abrazo grande desde la inseguridad del puerto.
    Thorcinco.

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