el saila

2018-03-16T10:46:34+00:00 15 marzo, 2014|2014, Panamá, San Blas|

Ahora ya lo sabemos. Las hermosas nubes de coliflor blancas que pasan por encima de nosotros las debemos a Paluhuala que en un pasado muy lejano cortaba con una hacha las cuerdas que las ataba entre ellas. Desde entonces están sin cesar volando a la derriba alrededor del mundo en los vientos alisios.

No sólo nos interesa las nubes encima de aquellas islas de postal de playas y palmeras perfectas. También tratamos de entender la cultura tan única de los indios que viven aquí.

A continuación un breve (pues, para un blog mas bien largo..) resumen del estado actual de las cosas – considerando que según el pueblo se sigue la tradición mas o menos ortodoxo.

Alguien poco respetuoso cambió el bello nombre de Kuna Yala, por el archipiélago de San Blas*. Ya que antes de los conquistadores españoles aquí vivían los indígenas. Iberogun – dios de los indios Kuna – creó el mundo, la naturaleza, la gente. De su árbol de la vida descienden las personas, los peces, las islas, el agua, las nubes de los alisios. Su historia de evolución se transmite de generación a generación en forma de cuentos y canciones, en las que se mezclan la religión con información muy práctica.

Cada pueblo es políticamente dirigido a través del congreso, la casa municipal. En el centro de una choza grande en una hamaca se colocan los sailas (los jefes de la aldea). Ellos dirigen el pueblo políticamente y espiritualmente. A su alrededor hay bancos de madera donde se sientan la gente común. Varias veces a la semana se reúne la Asamblea Nacional, el congreso. La participación para todo el pueblo es obligatorio y se controla de forma rigurosa en pequeñas libretas personales. Las ausencias prolongadas se multan.

En el congreso los sailas transmiten en forma de cantos la religión, la historia y las leyendas. Pero también se plantean problemas actuales, se discuten y al final el saila toma su decisión. Si por alguna razón el saila 1 (la máxima autoridad) debe ausentarse, automáticamente el saila 2 o bien el saila 3 le releva – por lo tanto también hay tres hamacas. También están los tres interpretes oficiales, que “traducen” a la actualidad las leyendas a veces bien confusas.

Los sailas son elegidos democráticamente y pueden ser destituidos (algo que pasa raras veces). Su poder de decisión es enorme. El saila arbitra conflictos, gestiona el presupuesto de la comunidad, determina las asignaciones de trabajo, los impuestos locales y emite permisos de todo tipo: para casarse (normalmente sólo es posible entre kunas) viajar (a la Ciudad de Panamá o a la isla al lado), para la construcción de chozas, la pesca, ir a estudiar, o bien cualquier negocio. Sin el saila nada va en el pueblo. Ya que son – como en el islam – al mismo tiempo lideres políticos y religiosos y jueces.

Los sailas de todos los pueblos se encuentran en el congreso nacional. Ese mismo elige por su parte 3 representantes, los caciques. Ellos son los que representan su pueblo en el parlamento nacional de Panamá. Un sistema democrático inductivo, parecido al sistema de Cuba. Kuna Yala tiene un estado de autonomía muy amplia dentro de Panamá, que se traduce en enormes libertades (por ejemplo ni tienen que tributar impuestos) y muy pocas obligaciones al estado de Panamá…

Tradicionalmente los Chamanes se ocupaban de la salud. Pero en la actualidad hay en los pueblos cada vez mas modestos centros de salud. Cuando una joven se convierte en mujer se celebra una gran fiesta denominada la chicha. Es una especia de botellón a lo Kuna: el objetivo principal es emborracharse. Las instrucciones detalladas para esta fiesta están descritas por su dios Iberogun y se transmite en detalle en la historia evolutiva. Las mujeres adultas tienen los mismos derechos democráticos como los hombres y al fin y al acabo son el corazón de la familia. Si una pareja se casa el hombre se muda siempre a la casa de la mujer. También es ella que controla el dinero – una especie de matriarcado.

En los pueblos de mayor tamaño hay escuelas de primaria y secundaria con la enseñanza bilingüe kuna – español. Pero para estudios superiores hay que trasladarse a la ciudad de Panamá. Hemos encontrado una familia viviendo en una de estas islas minúsculas – sus dos niños no van al colegio. De algún modo comprensible si estas tan apartado, solo tienes un cayuco de remo y la escuela esta a 12 millas.

A pesar de que la región Kuna Yala forma parte de Panamá, en la única carretera que conecta su región con el resto del país hay un control de las fronteras. Esta cerrado durante la noche y para pasarla los Kunas necesitan un permiso de salida del saila. Si uno deja Kuna Yala sin permiso del saila no hay vuelta atrás, te puedes quedar expulsado para siempre, o bien pagas una multa para poder regresar. El 75% de los Kunas viven hoy en día fuera de su región. Mirando la tremenda densidad urbana de sus pueblos en las islas pequeñas también se entiende por razones prácticas.

Como un Kuna nos comenta, no contemplaron mucho que una carretera conecta dos puntos en ambas direcciones. Hoy no solamente pueden vender mas fácil sus productos en Panamá City – que fue el objetivo principal de construir la carretera hace unos años – , sino también les llega mas fácil el turista y con él la vida moderna.

Todo esto nos explica el saila Arturo en una visita en nuestro yate. Le recibimos adecuadamente con tortilla española, jamón y vino tinto. Mientras comemos el saila Arturo explica con supuesta sabiduría y nosotros escuchamos devotamente. Para entrar más en los detalles nos deja un libro escrito a mano con unas cincuenta páginas sobre la historia evolutiva de los Kuna**. Para contrastar su información visitamos mas tarde el congreso en la isla Maquina y charlamos largamente con el profesor del pueblo.

Tratamos de entender, pero sinceramente y a pesar de todos los esfuerzos lo conseguimos sólo parcialmente. ¿Por qué? Por un lado, porque no hemos nacido como Kuna y por lo tanto es difícil de entender en un par de horas su cultura – y probablemente siempre la interpretamos con nuestra mente occidentalizada. Por otro lado porque pasando los días y observando la realidad se abren cada vez mas contradicciones.

¿Qué es que define la cultura de un pueblo? Tal vez sus tradiciones específicas; la fomentación de mitos y leyendas; enemigos colectivos; su sistemas políticos y su idioma? Lo intentamos: En Suiza: el Jodel, la Röschti y un queso con agujeros grande; Tell y Winkelried contra los Habsburgos o los europeos, y supuestamente 500 años de democracia directa, pero no hay un lenguaje unificador. Los catalanes con sardanas, y calçots; la lucha de San Jordi contra el dragón terrorífico, la España centralista como enemigo colectivo, los 500 años del Consell de Cent, el catalán como lengua unificadora. Los Kuna con sus molas (tejidos bordados con patrones muy elaborados), Iberogun, la heroica lucha contra los españoles y panameños, el congreso y los sailas, y también el kuna como lengua unificadora. Por lo tanto, la tesis parece funcionar.

Así nos parece que la conversación y protección de la cultura de los kuna es fuera de toda duda y como viajeros disfrutamos de su pintoresco, diferente ambiente y el ecosistema intacto. Incluso si se han beneficiado de turismo – en las bahías con  numerosos yates, algunas islas con pequeños restaurantes y bungalows de estilo tradicional – la naturaleza por encima y por debajo del agua parece haber permanecido completamente intacta. Los Kuna han impedido con éxito que las principales empresas turísticas internacionales se establezcan como en otras regiones de Panamá. Así que no hay bloques de hoteles estadounidenses o españoles, no hay puertos deportivos ostentosos. Casi en ningún lugar en el Caribe se logró preservar la natura y la cultura con tal consecuencia, ni siquiera en Cuba. La naturaleza está intacta, el negocio está en manos de los pueblos Kuna y las nubes de los alisios continúan pasando como siempre encima de las islas.

Pero: Los patrones de las molas han cambiado en los últimos años. Antes eran patrones completamente abstractos, hoy también aparecen loros, peces o bien el Santa Claus. Simplemente se vende mas fácil.

Cuando la cultura muta al folklore algo va mal.

Porque también aquí todo tiene su precio: langostas también se vende en la temporada de protección, la abuelita pintoresca se deja fotografiar por 2 dólares, paquetes de cocaína que llegan flotando a las playas kunas lo venden sin escrúpulos de nuevo a la mafia de la droga colombiana, y el saila distribuye los ingresos así obtenidos a través del congreso a toda la aldea. E incluso para copiar fotográficamente el manuscrito de la historia evolutiva tenemos que «donar» 20 USD al saila. Comprensible, pero de esta manera se puede mantener la cultura todavía?

¿Se trata de preservar la cultura  o bien evitar el conocimiento y el progreso? ¿Los sailas, son Don Quijotes?

Al lado de las chozas, en algunas aldeas, observamos paneles solares, antenas parabólicas y lámparas de bajo consumo. Los jóvenes kuna llaman con sus móviles y navegan por el Facebook, ven las series de televisión estadounidense, algunos ya tienen altavoces con la música a tope, son aficionados del Barça o madridistas y se visten como Neymar. Mejor una lancha con un fuerabordo de 100 caballos en lugar de un cayuco lento. Ser pescador o bordar molas probablemente no sigue siendo el gran sueño de la vida para ellos.

¿A esa realidad, a la generación del futuro, el saila realmente tiene respuestas?

 


*  Mira el excelente retrato sobre las kunas en el libro del vueltamundista español Miguel Rodriguez Larrosa; OCEANOVI – relatos de una vuelta al mundo; Ediciones Mendrugo. En España se vende en las librerías de Altaïr.

** La historia de la antigüedad de indios de San Blas después del tiempo de diluvio universal

 

 

 

Un Comentario

  1. Martin Geilinger 15 de marzo de 2014 en 19:21 07Sat, 15 Mar 2014 19:21:36 +000036. - Responder

    Eindrücklich: auch im Paradies, das Unaufgelöste. Der Beobachter, der eben immer auch Beeinflusser ist. Wir sind Teil der Welt, wirken und hinterlassen Spuren. In Kuna Yala und im Zürcher Kantonsrat. Und doch Unterschiede: während der Saila erst zuhört und dann einen weisen Entscheid fällt, hört die konservative Einheitspartei SVPFDPCVPEDUPDP gar nicht erst hin und weise sind ihre Entscheide ebensowenig.
    Martin
    PS. Ob die Sailas im Matriachat auch Frauen sind bzw. sein können, fragt sich der Europäer?

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