Cocoteros, arrecifes de coral, vientos alisios: finanemente hemos llegado al archipiélago de  San Blas.

Dejamos atrás: Una semana “vida de puerto” en la Shelter Bay Marina, Colón. Un viaje en autobús a lo largo del Canal de Panamá a Panamá City. La obra mas grande del mundo sin trabajadores. Una primera inspiración pacífica. Viajes nocturnos en Taxi a través de la selva hasta quedarnos sin gasolina. Una boa constrictor. Ochenta millas náuticas navegar contra viento y ola a lo largo de la costa de Panamá. Escalas en Portobello, Panamarina , Isla Linton, Isla Grande. Ver el Barça en una tienda de buceo. Reparaciones laboriosas (alternador) y rápidas (piloto automático). Muchos reencuentros con compañeros marineros de todo el mundo (VAGAMUNDO de Garraf , ULANI de Suiza, LAKATAO y GOYAVE de Francia).

Las crisis europeas (xenófobos en Suiza, económicas en España) nos ponen tristes. Pero afortunadamente están muy lejos. Debido a que San Blas nos ofrece langostas, peces de arco iris, cocos, playas estupendas y mucho sol. Dejamos colgada nuestra alma en la nada.