familiar

2022-05-15T09:30:59+00:00 15 mayo, 2022|# in the middle of nowhere, 2022, Menorca|

Rodeamos el último cabo, bajamos la mayor y arranco el motor. Las rocas de color rojo intenso enmarcan la bahía, el agua es de color azul turquesa. Imma busca un punto de arena adecuado de cinco metros de profundidad y empuja el ancla hacia delante. ¡Ahora! El ancla cae al agua. Doy marcha atrás. Primero suave, luego con determinación y ya estamos clavados. Como montar en bicicleta, una vez que se aprende, nunca se olvida. De la cocina salen olores asombrosos. Alba acaba de terminar la comida. Un sueño de fondeo. Sólo no hay pueblos indígenas, así que no hay visitas a escuelas ni exquisitas danzas rituales.

Pues el Tuvalu sigue estando solo en Langkawi, donde la pandemia ha sido sustituida por la temporada de los monzones. Así que el viaje de vuelta se pospone una vez más. Pero al vivir en Barcelona, tenemos una excelente zona de navegación delante de nuestras narices. Hemos alquilado un Dufour 405 para una semana en Menorca, e inmediatamente pensamos que estamos en el Tuvalu. Prácticamente el mismo tamaño, una hermosa cubierta de teca, un buen interior, buenas prestaciones de navegación. Sólo que en lugar del gran volante hay dos pequeños, dejando un paso a una plataforma de baño en el centro.

Recordamos rápidamente las vacaciones familiares de hace tiempo. Aquí en Menorca, con nueve años Alba hizo su primer curso de Optimist, verano tras verano navegamos alrededor de la isla. Así que no queda mucho por descubrir, ya conocemos las bahías casi a ciegas. Siguen siendo increíblemente bellos. Pero navegar aquí a principios de mayo es nuevo, nos da un retroceso como si estuviéramos en los años 60. Navegamos en bahías solitarias, anclamos en solitario, tenemos toda la naturaleza sólo para nosotros. Así es como deberían ser las Baleares. No como en julio/agosto, cuando cientos de yates luchan nervioso por un fondeo ajustado en cada bahía.

Por supuesto, esto tiene su precio. El tiempo es fresco. Bañarse requiere cierto esfuerzo.  Por la noche nos sentamos en la bañera con gorros y jerséis gordos. Al principio tenemos vientos del sur, pero a partir del miércoles el viento gira al norte. La Tramontana comienza a soplar con su fuerza habitual. Navegamos al otro lado a la costa sur. Son Saura, Macarella, Trebalúger. La tormenta arremete sobre nosotros a 30 nudos en el fondeo. Luego, el viernes, la vuelta. El viento silba en la jarcia, el yate escora y corremos a ocho nudos y medio. Cuando todo está al revés, aquí siempre se aplica el viejo proverbio: hay buen tiempo, mal tiempo y Mahón.

 

2 Comentarios

  1. Eduardo 17 de mayo de 2022 en 11:20 11Tue, 17 May 2022 11:20:24 +000024. - Responder

    Mi hijo me sigue recordando la última vez que estuvimos en Menorca, ¿Cuando vuelve el Tuvalu? 😉

    • Hans 18 de mayo de 2022 en 12:09 12Wed, 18 May 2022 12:09:22 +000022. - Responder

      Un buen viajero no tiene destinos fijos y no tiene intención de llegar. Lao Tse

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