patria

2018-03-15T11:31:13+00:00 18 julio, 2017|2017, Travesía Pacifico, Tuvalu|

El mundo no acepta disculpas si un hombre deja inexplorada una costa que ha descubierto. Si se disculpa por los peligros que había, le acusarían de cobardía y falta de empeño y al mismo tiempo le llaman el mas inútil descubridor de la tierra; si arrostra con valentía a todos los peligros e impedimentos pero tiene la mala suerte de no tener éxito, se le acusa de temerario. ¹

Por supuesto James Cook tenia aun mucha menos razón de justificarse que nosotros. Como el hace siglos descubriendo nuevas islas o continentes enteros hoy en día ya es imposible, tampoco tenemos que culminar instrucciones secretas. A pesar de que con el nombramiento de nuestro yate inconscientemente nos metimos en una historia. Este viaje lo realizamos solamente para nosotros.

No obstante hoy es uno de estos días excepcionales de nuestro viaje que ya dura seis años. Esta mañana entramos por el pase sur del atolón Funafuti, la isla principal de Tuvalu. El agua brilla de color turquesa, en las estrechas arcos de tierra balancean las palmeras en el viento y delante nuestro se ensancha una laguna tranquilla.

La travesía desde Fiji ha cumplido lo prometido. Vientos con topes de 42 nudos y olas encima de tres metros, horizontes invisibles por nubes negras, aguaceros intensos y relámpagos nos aterrorizan. El barco va como una bala, las olas rompiéndose. Alba se convierte definitivamente en una marinera de verdad y muy responsable. También había momentos de calma, bañándonos en la popa del barco en el mar plano, permitiendo que tripulantes mareadas se recuperaran. Sonreímos, dormimos, leemos, contemplamos, repensamos cosas, hacemos el nada, pescamos y consecuentemente cocinamos menús estupendos. Observamos formaciones de nubes artísticas, el arte acrobático de los solitarios pájaros del mar, las puestas del sol, la luna casi llena, la mítica cruz de sur en el firmamento infinito de la noche. Pues, navegación de altura, en toda su esencia.

Ahora refugiado en la laguna de Funafuti se trata de descansar y llegar a este nuevo, pero en alguna manera conocido mundo. ¿Si Tuvalu viaja a Tuvalu, se trata de volver a casa? A lo mejor la narración perfecta seria terminar el viaje aquí. ¿Pero en un atolón al final del mundo, que en unos años se hunde en el mar porque no cuidamos suficientemente nuestro único planeta? Por supuesto no.

Después de tantos años en el mar las ganas de descubrir cosas nuevas aun son demasiado grandes. Quizás ahora la motivación es diferente que en el inicio de nuestra vuelta al mundo. Ya no se trata de navegar en si, sino que estamos convencidos que en las siguientes vente mil millas habrán interminables costas y culturas a explorar.

¹  James Cook, Tagebücher / diarios 1768-1779 

3 Comentarios

  1. Kimoto cugasski 19 de julio de 2017 en 05:45 05Wed, 19 Jul 2017 05:45:38 +000038. - Responder

    Que grandes sois!!!Me voy a comorar una zodiac y la llamare Medas, a ver si consigo un reto como el vuestro

  2. Eduardo Stark 19 de julio de 2017 en 09:44 09Wed, 19 Jul 2017 09:44:25 +000025. - Responder

    Felicidades, Reto conseguido !!!!!!! 😉

  3. Peter Meyer 21 de julio de 2017 en 06:34 06Fri, 21 Jul 2017 06:34:12 +000012. - Responder

    Die Suche nach dem Ort der Träume, dem Traumort.
    Man macht sich auf den Weg den Ort zu finden, ihm einen Namen zu geben oder man gibt ihm einen Namen und macht sich auf den Weg…
    Es kann dauern, angekommen in Tuvalu alles Gute Peter

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